martes, 4 de junio de 2013

CRISIS DE LA EDUCACIÓN RURAL

Fecha:  martes, junio 04, 2013

La Evaluación Censal de Estudiantes (ECE) es una evaluación a nivel de sistema  que realiza el Ministerio de Educación (Minedu) con el objetivo de conseguir información acerca del rendimiento de los estudiantes de segundo y cuarto grado de primaria de todas las instituciones educativas estatales y no estatales del país. A partir de los resultados de la ECE 2012 analizaremos lo que ha ocurrido en el último lustro, así como algunos factores que van más allá del censo, pero que son claves para explicar sus resultados.

El primer resultado alarmante es que solo 3 de cada 10 estudiantes (30.9%)  alcanzaron el nivel satisfactorio  en Comprensión Lectora (CL, en adelante) para el año 2012, y 1 de cada 8 (12.8%) lo alcanzó en Matemática. El panorama se torna aún más crítico si desagregamos la información respecto del área geográfica. En CL, 4 de cada 10 (37.5%) estudiantes que viven en el área urbana alcanzaron el nivel satisfactorio, mientras que solo 1 de  cada 15 (7%) estudiantes que viven en el área rural logró buenos resultados en 2012. En matemática, 1 de cada 7 (15.2%) estudiantes que viven en el área urbana alcanzó el nivel satisfactorio; en contraste, tan solo 1 de cada 25 (4.1%) estudiantes que viven en el área rural alcanzó el nivel satisfactorio en 2012.
En otras palabras, existe una brecha en el rendimiento, donde el área rural está en peores condiciones que el área urbana, siendo los resultados en matemática más críticos que los de comprensión lectora.
Esta brecha en el rendimiento escolar, lejos de acortarse, se ha ampliado en el último quinquenio. En CL, la brecha siempre se incrementó, pasando de 15.4% en 2007 a 30.5% en 2012. En matemática, la brecha ha venido ampliándose hasta 2011(4% en 2007 a 12.1% en 2011).
Por otro lado, también existen diferencias entre regiones. Asociados a estas diferencias encontraremos algunos factores claves que permiten explicar los diferentes niveles de rendimiento escolar alcanzados.  Las variables que afectan el rendimiento del estudiante las hemos clasificado en dos grupos: aquellas del entorno familiar y aquellas del entorno escolar. Del primer grupo, observamos que altas tasas de desnutrición están asociadas a los peores rendimientos. La razón es clara: un niño desnutrido tiene dificultades de concentración, y menos desarrollo de capacidades cognitivas, que un niño que no lo está. 
Asimismo, un mayor porcentaje de niños activos (que trabajan) parece estar asociado a regiones con menores rendimientos, debido, probablemente, al trade off que existe entre el tiempo dedicado al estudio y el tiempo orientado al trabajo. Por último, mayor número de miembros del hogar y menores años de estudios del jefe de hogar coinciden con las regiones con menores rendimientos escolares. Del segundo grupo (entorno escolar), vemos que una menor ratio de
alumnos por docente y mayor porcentaje de escuelas con internet están asociados a regiones con los mejores logros en rendimiento. Claramente, el mayor tiempo del docente dedicado al alumno y el acceso a mayor información (internet) son fundamentales. En efecto, tener en cuenta estos factores (y muchos más) será crucial para cambiar la tendencia negativa de la brecha en rendimiento escolar que sigue persistiendo en nuestro país.
Tomado de la revista agraria.



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